Fase 1:
En este momento me encuentro en el barrio de Benimaclet, Valencia, concretamente en el balcón del piso que comparto con mis compañeros. Este tiene vistas a la calle, donde se pueden observar a los coches y las personas pasar, además de los vecinos del bloque de enfrente que se encuentran también en sus balcones. Las copas de los árboles plantados en la acera se dejan ver desde aquí.
- ¿Por qué has elegido este lugar?
He elegido este lugar ya que me parece el mejor de la casa. Por las mañanas, cuando aún hace fresco, los rallos cálidos de sol chocan sobre el balcón produciendo un efecto muy placentero. Por otra parte, después del confinamiento creo que todos valoramos mucho más los lugares abiertos y el contacto con el aire fresco, debido a este factor, el balcón es mi lugar favorito de la casa.
- ¿Qué te hace sentir a gusto?
Este lugar me tranquiliza y me trae paz. Veo a los pájaros volar y buscar cobijo en los árboles, siento el viento como pasa, escucho a la gente y a los coches pasar, incluso a veces también se escuchan conversaciones procedentes del edificio de en frente. En resumen es un sitio muy inspirador.
- ¿Existe algún elemento disruptor?
La superficie del balcón es mas bien reducida, por lo tanto no hay muchos objetos que puedan romper esa armonía, en todo caso el ruido de la calle, que puede ser algo puntual, como alguien gritando o el claxon de un coche.
- ¿Crees que te sentirías igual en otro espacio ahora mismo?
La sensación que me produce estar en este balcón no me la había producido ningún lugar antes, ya que siempre he vivido en una planta baja y no teníamos balcón. Un patio no te hace sentir lo mismo que un balcón. En un patio te sientes expuesto, mientras que un balcón es mas íntimo.
- ¿Piensas que las condiciones de este espacio influyen sobre sus ocupantes?
Por supuesto. He tenido la suerte de compartir piso con mis compañeros de bachiller y por ello las sensaciones que me hace sentir el balcón van un poco ligadas también a las personas con las que lo comparto.
- ¿Cómo?
Este espacio no es solo tres paredes con una barandilla, son también recuerdos y experiencias que se dan en este lugar. Es como el alma del balcón, que no se puede ver, pero sabes que está ahí y de alguna forma te trasmite 
sentimientos positivos.
- ¿Cambiarias alguna cosa?
Los cambios no están mal, siempre que sean para mejor claro; no obstante no cambiaría nada, en mi opinión el balcón es perfecto tal y como es.